Aquí os dejo un ejemplo de una ilustración acabada con un personaje posado, donde lo que predomina no es el escenario sino el personaje en sí.
Como podéis comprobar en los bocetos siguientes, no hace falta que el personaje tenga una anatomía definida, ni siquiera expresiones faciales para poder expresar algo. Ahí radica principalmente el secreto de las poses: una simple silueta o un boceto rápido de formas sencillas ya tiene que expresar todo lo que queréis decir. Para mí, una vez conseguido esto, ya está hecho la mitad del trabajo.
Método de dibujo
Movimiento
– Elegir momento y cámara
– Línea de acción
– Controlar las partes del cuerpo (orientación, contrapeso)
– Ley del terremoto
– Silueta (simetría, horizotales y verticales, espacioes negativos)
– ¿Se entiende lo que hace?
Proporciones
– Deformaciones de estilo
Anatomía
Sombras
(puedes utilizar sombras difuminadas o la técnica de las tramas)
– Elegir punto de luz
– Sombras proyectadas
– Falseo estético
Resultado extraordinario
– Crea siempre algo extraordinario, aunque sigas paso a paso los métodos de trabajo eso no te garantiza un resultado que maraville al espectador. Busca siempre que el resultado sea increíble, no te conformes. Dale vueltas a tu idea hasta conseguir algo que deje a todos con la boca abierta 🙂